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Un año 2024 “bajo en compras” por tu economía y tu paz mental

Se trata de un reto que llevo haciendo varios años y con el que estoy muy contenta, por lo que he decidido hacerlo también en 2024.

La versión original de este reto es “un año sin compras”, que puede ser muy beneficiosa si estás al principio de tu camino financiero y quieres ahorrar al máximo o deshacerte poco a poco de todas las compras acumuladas que no has llegado a usar completamente.

Sin embargo, esta opción es demasiado restrictiva para mí y siempre he optado por una versión más light.

¿En qué consiste un año “sin compras”?

Esencialmente, durante todo ese año evitarás todas las compras de productos o categorías que no sean necesarias para vivir. Es decir, nada de caprichos de ropa, perfumes, joyería, tecnología, decoración, etc.

Como ves, puede ser muy restrictivo y llegar a agobiar (el año se puede hacer muy largo sin ningún capricho). Pero tiene dos beneficios:

  • Te ayudará a ahorrar muchísimo, lo que te puede venir bien para conseguir objetivos específicos con mayor rapidez
  • Te ayudará a hacer limpieza y ordenar cajones o armarios dándole uso a productos que ya tienes

¿En qué consiste un año “bajo en compras”?

Se trata de ponerte una serie de normas en cuanto a las compras no necesarias o no esenciales para tu vida diaria.

Durante todo el año, evitarás comprar productos individuales o productos de aquellas categorías que quieras reducir o mejorar el control en función de las restricciones que te pongas.

Por ejemplo, si tienes muchísimos cosméticos repetidos o sin usar, quizá quieras reducir o eliminar completamente las compras de este tipo de productos en 2024.

Pero no quiere decir que no vayas a comprar cosas de otras categorías no esenciales o que la restricción de comprar cosméticos sea total, puedes ponerte un límite de gasto o una condición para comprar más como, por ejemplo, “No voy a comprar más lociones hidratantes hasta que utilice todas las que tengo”.

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Este tipo de reto me parece mucho más asumible durante todo el año, desgasta menos y te permite centrarte en categorías o productos específicos en los que puedes tener un problema de gasto, por lo que trabajarás tu conciencia de consumo.

Al final, para mí todos estos retos, consejos y estrategias no deberían limitar el gasto solo por limitarlo, sino para intentar desarrollar mejores hábitos y una mayor conciencia sobre nuestro dinero y nuestro consumo.

Si es algo que te apetece probar, ¡sigue leyendo!

¿Cómo empezar con tu año “bajo en compras?

1. Haz inventario

Idealmente de todas las cosas que tienes, pero como esta tarea puede llevar algún tiempo, empieza por hacerlo en aquellas categorías o tipos de pertenencias que sepas que sueles gastar de más, por las que tienes predilección o que sueles comprar con frecuencia.

En mi caso, artículos de papelería (bolígrafos, rotuladores, papel de scrapbooking, etc.), libros, velas y tazas. También suelo acumular bastantes geles, lociones corporales, exfoliantes y otros productos de higiene/belleza porque suelo recibirlos como regalos a lo largo del año.

Analizar, cuantificar y categorizar tus pertenencias dentro de una categoría te ayudará a tener una idea clara de todas las cosas que tienes para poder utilizarlas al máximo, donarlas o tirarlas, liberando espacio físico y mental.

Así podrás evaluar también si necesitas algún producto más en esa categoría, si estas compras son un problema, ya sea por el gasto que suponen o por el espacio que ocupan, y tomarás conciencia de las cosas que verdaderamente te aportan algo y de las que no.

Sigue estos pasos:

  • Separa tus pertenencias en categorías
  • Céntrate en una categoría cada vez
  • Analiza cuántos y qué tipos de artículos tienes en esa categoría
  • Valora qué utilidad tienen, cuánto te aportan y si crees que vas a necesitar más durante este año
  • Valora la posibilidad de donar o tirar todo aquello que no te sirva

2. Establece las normas de compra para las categorías elegidas

Definir unas pautas de compra claras desde el principio te ayudará a guiarte a lo largo del año cuando la tentación te asalte o cuando los objetivos parezcan difusos.

En primer lugar, decide qué categorías o productos son esenciales y necesitas comprar para tu vida diaria. Hazlo de forma realista con tus necesidades, pero también sé honesta contigo misma.

Al final es muy fácil decirnos que necesitamos un vestido más para tal o cual ocasión, y esto no lo haces para contentar a nadie, sino para ayudarte a redefinir tus patrones de consumo y mejorar tus finanzas.

En segundo lugar, define qué productos o de qué categorías no vas a comprar nada en todo el año o que vas a comprar con condiciones (“puedo comprar cuando lea los libros que tengo pendientes”, “puedo comprar cuando agote los perfumes que tengo”, “puedo comprar cuando se rompan los pares de botas que tengo”).

Sé lo más específica posible con lo que te permites y lo que no, así como con las condiciones que te pones para compras futuras.

3. Define límites de gasto en las categorías permitidas

Ahora que ya sabes lo que te permites comprar a lo largo del año, es importante decidir también cuánto te quieres o puedes gastar. Solo porque te permitas comprar algo no quiere decir que tu bolsillo pueda soportar cantidades ilimitadas. Sin un importe máximo, es más fácil pasarte de gastos.

Pon estos límites teniendo en cuenta también otros objetivos y prioridades que tengas.

4. Lleva una lista de deseos

Y, en línea con lo anterior, solo porque te permitas comprar determinados caprichos a lo largo del año no quiere decir que tengas que comprar todos.

Para ayudarte a analizar tus deseos, haz una lista de todas las cosas que te apetece comprar según te vayan surgiendo. No hace falta que pongas ningún límite a la hora de hacer la lista, pueden ser compras más o menos “realistas o caprichosas”. Escríbelo todo.

El límite lo pondrás cuando revises la lista, pongas en la balanza cada artículo, cuánto te apetece y cómo encaja en tu presupuesto, tu vida y tus prioridades. Así podrás decidir de una forma más consciente si realmente quieres o no comprar tal o cual producto.

Sabiendo todo esto, ¿te vas a animar a hacer tu propia lista de productos o categorías restringidas?

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