Mis 4 rutinas financieras para estructurar tu mes

Una de las cosas que más me costaba cuando empecé a organizar mi dinero fue ser constante y sistemática. Empezaba el mes con muy buenas intenciones pero, a medida que iban surgiendo cosas o tenía algún contratiempo, perdía el ritmo de anotar gastos: apuntaba algunos, mientras que otros los dejaba pasar, a veces por olvido y a veces para no enfrentarme a la realidad de mis compras.

Tampoco veía el sentido a escribir cifras en un papel que solo me hacían sentir mal.

Si quería que mis esfuerzos fueran eficaces, tenía que utilizar un sistema que me guiara y me motivara a cuidar de mi dinero.

Y así es como nació mi planner financiero (échale un vistazo aquí).

Paso a paso creé mis rutinas financieras que hoy comparto contigo para que empieces a aplicarlas.

1. Planificación

Planner | Mi bienestar financiero

Antes de empezar el nuevo mes, escribe en un calendario todo lo que vaya a pasar en los próximos 30 días. Es un paso sencillo, pero así te asegurarás de que no se te olvida nada cuando vayas a hacer tu presupuesto.

Incluye cosas como:

• cumpleaños
• celebraciones (comuniones, bodas, bautizos, cenas con amigos y familia, etc.)
• pagos (actividades extraescolares, suscripciones, membresías, recibos, facturas)
• inicios o finales de cosas (fin de curso de los peques, comienzo de clases de pilates, inicio del curso de inglés, etc.)
• citas médicas
• revisiones del coche
• viajes o desplazamientos grandes
• recordatorios de cosas que tengas que comprar

y cualquier otra cosa para la que puedas necesitar dinero.

De esta forma, a la hora de asignar cantidades a tus categorías variables, podrás tener en cuenta esta información y repartir el dinero en consecuencia.

2. Presupuesto

Este es el paso en el que asignas tus ingresos a tus prioridades y gastos reales.

Claves para un buen presupuesto:

• Recuerda repartir tus ingresos entre estas 4 dimensiones del dinero: deuda, gastos, ahorro e inversión (opcional). Es importante que tengas una visión general de tu dinero y no descuides ninguna de estas categorías. Si temporalmente hay alguna que no puedes atender porque tienes otras obligaciones (pago de deudas, muchos gastos), empieza a buscar maneras de tener más margen en tus ingresos para destinar al ahorro y a la inversión.
• Analiza tus prioridades mes a mes. La vida va cambiando y también tiene que hacerlo tu presupuesto. No tienes que asignar siempre las mismas cantidades a los mismos objetivos de ahorro, por ejemplo.
• En gastos variables o gastos fijos que no conozcas (por ejemplo, si no te ha llegado la factura de la luz todavía), es preferible estimar al alza y ajustar cuando conozcas la cantidad.
• Identifica todo aquello que sea no negociable (deuda, pagos fijos y gastos variables que contribuyan a tu bienestar) y recorta todo aquello que te aporte menos.

La idea del presupuesto mensual es asegurarte de que asignas tu dinero a aquello que verdaderamente te importe y te aporte, no simplemente escribir cifras en un papel.

3. Registro de gastos

Una vez que hayas hecho tu presupuesto, que será tu plan de acción para el mes, tienes que asegurarte de que lo cumples.

Y ahí entra en juego el registro de gastos.

Para que sea eficaz tiene que ser exhaustivo, es decir, no puedes registrar gastos un par de días, luego olvidarte una semana y volver a ello, porque no va a reflejar de forma precisa la realidad de tus gastos.

Para ayudarte a ser constante, encuentra una rutina que sea fácil de asumir y que encaje con tu vida.

Ya puede ser 10 minutos después de cenar, mientras desayunas por la mañana, a la hora de comer o mientras el peque hace deberes.

Esta rutina tiene que servirte a ti.

4. Balance

Para cerrar el mes, toca hacer balance.

Es decir, es momento de:

• comparar tu plan (presupuesto) con tu realidad (registro de gastos)
• analizar en qué categorías te has pasado de gastos y en cuáles no
• analizar por qué es así
• tomar decisiones para el próximo mes

Es un paso crucial para ir avanzando y mejorando con tu dinero.

A fin de cuentas, no hacemos todo esto solamente para llevar un registro de en qué gastamos.

Realmente hacemos todo esto para tener conciencia de nuestro dinero y, SOBRE TODO, hacer cambios y ajustes que nos ayuden a mejorar.

Ahora que ya sabes cómo organizo mi mes, ¿te vas a animar a aplicar este proceso?

Si sientes que tus finanzas son un caos, empieza por aplicar estas rutinas financieras mensualmente.
Y si quieres conocer todas mis estrategias para hacerlo, échale un vistazo al Kit SOS Finanzas aquí.