Las actividades extraescolares pueden ser desde necesarias para los niños, como el refuerzo académico en alguna asignatura, hasta increíblemente satisfactorias para ellos, como practicar un deporte o tocar un instrumento.
Sin embargo, pueden ser acabar suponiendo un gran coste para las finanzas familiares, especialmente si son varios hijos.
Por eso, hoy te doy algunas ideas para ayudarte a incorporar estas actividades en tu presupuesto familiar.
1. Haz una lista de los gastos
Lo primero que necesitas es saber exactamente qué gastos tendrás que afrontar y a cuánto ascienden. Algunos de estos costes son:
- Matrícula y pagos mensuales: en muchos casos tendrás que abonar una matrícula para reservar y, posteriormente, tendrás que hacer un pago periódico durante el tiempo que tu hijo desarrolle la actividad. Pregunta por las opciones de pago y si existen descuentos por pagos trimestrales o anuales, puede ser un gran desembolso inicial, pero que merezca la pena si con ello te ahorras unos cuantos euros. Eso sí, solo haría un pago trimestral o anual si mis hijas ya hubieran practicado la actividad un tiempo y tuviera muy claro que van a continuar todo el año. Si tus hijos todavía son pequeños o están probando algo nuevo, es preferible ir mes a mes hasta saber con certeza que están agusto y quieren seguir con la actividad.
- Equipamiento: algunas actividades incluyen todo el material o es muy básico si están empezando (como las clases de natación), pero otras pueden necesitar equipos muy costosos para empezar o a medida que tus hijos la practican con más dedicación (como el esquí o el aprendizaje de un instrumento).
- Entrenamiento y clases personales: si tus hijos empiezan a practicar un deporte o una actividad con más dedicación o quieren abrirse camino profesionalmente en ese ámbito, pueden necesitar formación o entrenamiento adicionales.
- Gastos de desplazamiento: estos costes incluyen desde la gasolina para llevarlos y traerlos del entrenamiento si el recinto deportivo está a cierta distancia hasta los gastos en campamentos, estancias y concentraciones, y pueden ser un goteo constante mes a mes que sobrecarguen las finanzas familiares.
2. Analiza tu presupuesto familiar
Revisa tu presupuesto familiar y define cuánto puedes destinar a esta partida de forma realista. Puede que ya tengas un margen suficiente para estos costes o quizás tengas que reajustar los límites de gasto en otras categorías para dejar algo de dinero para estas actividades.
Además, habla con tu hijo a medida que crezca para priorizar unas actividades sobre otras. Seguramente, aunque practique dos o tres actividades, no todas se le den igual de bien, ni le gusten todas por igual. O quizás hay una que necesita puntualmente para reforzar una asignatura, pero se puede prescindir de ella posteriormente y dedicar ese dinero a otra cosa. Ve ajustando el presupuesto en función de las necesidades y preferencias de la familia.
También tendrás que ir evaluando y ajustando los gastos a medida que tus hijos crezcan y lleguen a la adolescencia, ya que si deciden especializarse y profesionalizarse en algún deporte o actividad, los costes van a aumentar significativamente.

3. Crea un fondo de ahorro específico
Puedes decidir incluir estos gastos en el presupuesto familiar mensual o, si tienes que hacer pagos importantes concentrados en poco meses o quieres dividir el gasto durante todo el año (aunque no tengas gastos todo el año) para hacerlo más llevadero, te recomiendo que tengas un fondo de ahorro específico para esto.
Estima el coste total anual de cada actividad (intenta redondear un poco al alza para no quedarte corta, si sobra, ya destinarás ese dinero a otra cosa) y divídelo entre 12. Ve reservando esa cantidad mes a mes para tenerla preahorrada cuando llegue el momento de hacer la matrícula, comprar equipamiento o reservar plaza en un campamento deportivo.
Artículo relacionado:
¿Qué son los fondos de ahorro y cómo integrarlos en tu presupuesto?

4. Busca maneras de ahorrar
Además de planificar cuidadosamente el gasto, una buena idea es también tratar de encontrar alternativas más económicas que alivien un poco la presión en el presupuesto familiar.
- Centros culturales y polideportivos municipales: muchas localidades ofrecen actividades deportivas, culturales y artísticas a un precio muy asequible en comparación con los centros privados. Explora estas opciones en tu zona, sobre todo si tu hijo todavía es pequeño y está empezando a practicar una actividad, o lo hace sencillamente por diversión. Es una buena forma de probar deportes y actividades para que luego puedan decidir si quieren continuar a un ritmo más exigente o prefieren seguir practicándolo de forma lúdica.
- Descuentos por pagos trimestrales y anuales: muchos centros ofrecen descuentos si se hacen pagos trimestrales o anuales. Pero para aprovechar el descuento es importante ir todo el año, de lo contrario pasa como con esas cuotas anuales de gimnasio que las pagas convencidísima en enero y ya jamás vuelves a ir (¡culpable!).
- Equipos y material de segunda mano: utiliza portales y apps de segunda mano para buscar material y equipos en buen estado por mucho menos de su coste como nuevo.
- Gastos compartidos: si conoces a otros padres y tienes buena relación, podéis plantear la posibilidad de repartiros los desplazamientos a los entrenamientos para compartir los gastos en gasolina.

5. Planifica las finanzas en familia
Según la edad, las actividades extraescolares y su coste pueden ser una buena manera de incluir a los hijos en las conversaciones familiares sobre dinero. Es una oportunidad para hablarles de las limitaciones del presupuesto, de la importancia de elegir aquellos gastos que más nos aportan e, incluso, la importancia de generar más ingresos (como un trabajo de verano o unas prácticas) para costear determinados extras.
Ser transparente con las finanzas familiares ayudará a tus hijos a:
- estar en contacto con conceptos económicos desde jóvenes
- aprender a tomar decisiones personales y económicas, y responsabilizarse de ellas
- crear una sensación de unidad en la familia ya que las decisiones se toman en conjunto por el bien común




