Cómo comprar ropa más conscientemente

Durante años fui de esas personas que nunca tienen nada que ponerse, pero siempre tienen alguna compra de ropa en el recibo de la tarjeta de crédito. Presión social, aburrimiento, falta de autoestima, insatisfacción personal… siempre tenía una razón para comprarme otro capricho.

Cuando empecé a organizar mis cuentas y ser más consciente del dinero que gastaba, una de las primeras cosas que recorté fueron las compras de ropa.

En primer lugar lo hice por economía, pero poco a poco fui viéndole las ventajas a hacer compras más conscientes también en mi armario y mi autoestima.

Al comprar con más cabeza, empecé a sentirme mejor porque tenía prendas que realmente quería ponerme (y no tenía que esforzarme por llevar prendas bonitas o resultonas con las que no me sentía cómoda), empecé a perder menos tiempo eligiendo ropa cada mañana y empecé a necesitar menos espacio.

Si quieres ponerle orden a tus compras de ropa, ¡sigue leyendo!

1. Conoce tu estilo

Antes de comprar ropa la próxima vez, revisa tu armario y analiza tu estilo haciéndote las siguientes preguntas:
¿Qué tipo de prendas te sueles poner más/con qué tipo de prendas sueles estar más cómoda: pantalones, vestidos, faldas…?
¿Qué prendas te empeñas en comprar y acabas sin ponerte?
¿Hay colores o tejidos que te gustan más?
Para definir tu estilo, no te centres en lo que te gustaría que fuera (Por ejemplo: “Me encantaría ir siempre súper arreglada con tacones”), sino en lo que realmente es (por ejemplo: “Acabo poniéndome más zapatos planos porque paso muchas horas de pie”).
Me pongo a mí como ejemplo: cuando salgo de compras siempre intento buscar prendas lisas y tonos más neutros, pero al final me acaban llamando la atención las prendas con algún estampado un poco más bohemio.

2. Ten un presupuesto

Antes de salir a comprar por impulso, te propongo dos ideas:

• Haz una categoría de gastos variables para ropa, asigna una cantidad mensual y procura no pasarte. Cuando te hayas gastado la cantidad asignada, tendrás que esperar al mes que viene para reasignar más dinero y hacer más compras.
  Asigna una cantidad razonable, puede ser mensual o puedes asignarla solo en determinados meses. Pero en los meses que no asignes, intenta no gastar nada a no ser que sea absolutamente indispensable y espérate al mes siguiente.
• Haz un fondo de ahorro para ropa en el que vayas metiendo una cantidad asignada todos los meses. Así, vas acumulando dinero para las compras de ropa y lo tendrás preahorrado cuando quieras hacerte con alguna prenda. También es un método eficaz si tienes o quieres comprar algo un poco más caro (como un abrigo bueno o un bolso de marca).

3. Haz una lista de prendas

Analiza tu armario objetivamente y planifica qué prendas vas a necesitar de cara a la nueva temporada. ¿Botas para el frío? ¿Un par de chaquetas de vestir para la oficina? ¿Un bikini para la playa?
Tienen que ser cosas que realmente necesites y que vayas a utilizar, no prendas que te apetezca tener en abstracto.
Haz una lista y empieza a mirar opciones y precios en Internet para ir preparando el terreno y saber qué puedes esperar. No compres nada todavía.

Utiliza mi método para comprar ropa más eficazmente.

4. Ve a comprar con un plan

Si sueles comprar por impulso, evita las tiendas online o aprovechar que estás haciendo otros recados para mirar ropa.
En su lugar, resérvate dos o tres horas para ti y usa ese tiempo exclusivamente para buscar, probarte y comprar lo que necesites.
De esta forma:

1. Evitarás ir gastando aquí y allá y perder la cuenta de cuánto te has gastado. Al comprar poco durante varios días, tu cerebro puede tener la percepción de que has gastado menos de lo que realmente has comprado. Sin embargo, si llegas a casa con las prendas que necesitabas, sentirás más satisfacción por tener ropa nueva y haber conseguido tu objetivo.
2. Evitarás la culpa, ¿Alguna vez has ido al centro comercial a por una cosa y has acabado llevándote dos o tres más? Yo sí. Y he llegado a casa con la culpa de haber “caído en la tentación”. De lo contrario, si tu plan es comprar y tienes el dinero asignado/preahorrado, no hay culpas. Comprar ropa es exactamente lo que deberías estar haciendo.

5. Equilibra el precio y la calidad

No siempre lo más caro es lo mejor, ni lo más barato te ahorra dinero.
En el caso de la ropa de mis hijas, tengo ejemplos de los dos tipos: por un lado, he comprado ropa de marcas más caras que no ha aguantado ni dos lavados y he comprado prendas de tiendas más baratas que están en perfecto estado. Y al revés.

Por eso, no es tanto el precio o el prestigio de la marca, como la verdadera calidad de sus prendas.
Empieza a analizar más conscientemente cuáles son las marcas que te han dado mejor resultado con los años e intenta priorizarlas a la hora de comprar. Así, no tendrás un abanico de opciones tan amplio que no sepas por dónde empezar, sino que ya tendrás una selección de tiendas en las que mirar.

Además, puedes combinar ropa más cara con ropa más barata. No todo tiene que ser igual.
También poniendo el ejemplo de mis hijas. Intento comprar prendas de más calidad para ropa de abrigo o cosas más duraderas, pero para las camisetas que lleva mi hija mayor a la escuela infantil elijo ropa muy, muy asequible porque la va a manchar o romper igual.

6. Compra prendas que te puedas poner ya

¿Cuántas veces habré comprado una prenda con la idea de comprarme otra cosa para combinarlas? “Me compro esta camisa y ya me compraré los pantalones que le peguen más adelante”. O ¿cuántas veces me he comprado una prenda barata a la que tenía que hacerle mil arreglos que me costarían más que la prenda en sí? Por no hablar de las veces que me he comprado una talla menos con la idea de ponérmela “cuando pierda 3 o 4 kilos”.

Y para sorpresa de nadie, esas prendas se han quedado en el armario.

Compra pensando en tu vida real y en el presente. ¿Puedes ponerte la prenda con lo que ya tienes?

Como excepción a esta regla, puedes comprar prendas con condiciones si vas a cumplir la condición seguro. Por ejemplo, tienes una boda y piensas: “Me compro este vestido y lo arreglo con la idea de comprarme unos tacones de X cm”. Y tienes que comprarte los zapatos seguro porque no tienes otros que ponerte para la boda.

7. No te dejes llevar por las tendencias

Si te encanta la moda, no hay nada de malo por estar al día de las tendencias. Pero no te dejes consumir por ellas porque es un ciclo sin fin. Todas las temporadas hay algo nuevo y nunca vas a poder renovar el vestuario a la velocidad que lo hacen las marcas de ropa.
Por eso, intenta incorporar las tendencias en tu fondo de armario de una forma moderada y que tenga sentido con tu estilo general.

8. Utiliza bien las ofertas

Siempre digo: “Una oferta no te ahorra dinero si no tenías un plan para hacer esa compra”.
Por eso, es buena estrategia esperarte a las rebajas o utilizar las ofertas para hacer tus compras, ya que vas a comprar lo mismo por menos dinero, PERO siempre siguiendo tu plan y tu lista.
No porque algo esté al 50 % tienes que comprarte dos.
Utiliza siempre las ofertas en tu beneficio y no en el beneficio de las marcas.