¿Qué son las categorías de gastos?
Si quieres que tu presupuesto sea eficaz, tiene que estar bien organizado y tiene que ser fácil de entender.
Y, hablando de eso, hay que decir que las categorías de gastos son las grandes olvidadas de la organización financiera, pero muy necesarias para poder clasificar, entender, analizar y cambiar tus patrones de gasto.
Esencialmente, son etiquetas que ponemos a nuestros gastos para agrupar aquellos que son similares.
¿Para qué sirven las categorías de gastos?
Las categorías te ayudarán a organizar tus gastos futuros, asegurándote que todos los aspectos de tu vida queden cubiertos y dándote la capacidad de elegir a qué quieres dedicar tu dinero en función de tus prioridades personales.
Es decir, te permite ver rápidamente en qué tienes y en qué quieres gastar tu dinero, y analizar y cambiar aquellas categorías que supongan un problema para tu presupuesto.
¿Cómo crear categorías de gastos eficaces y útiles para ti?
Tienen que ser lo suficientemente específicas como para sean una buena representación de tu vida y todo aquello en lo que gastas para vivir (por obligación o por gusto), pero no tan, tan específicos que tengas muchas categorías que gestionar y analizar que resulte impráctico.
¿Cómo alcanzar un equilibrio adecuado para ti?
- Registra tus gastos durante un par de meses y después echa un vistazo a cada una de las listas.
- Agrupa aquellos gastos que sean similares. Por ejemplo, gastos en Mercadona, Lidl, Carrefour y Alcampo podrían formar la categoría “Supermercado”. Gastos en decoración, reparaciones y utensilios de cocina podrían colocarse bajo la categoría “Casa”.
- Perfecciona la lista haciendo categorías más amplias o más específicas en función de tus necesidades:
Haz categorías más generales si tienes demasiadas categorías que gestionar.
Haz categorías más específicas para gastos que sean problemáticos mes tras mes: si cada mes gastas mucho en comida (compra en supermercado, sándwiches en el trabajo y comidas fuera con familia y amigos) y todo lo agrupas bajo una única categoría, solo verás que gastas mucho en comida, pero no podrás identificar cuál de los tres subgrupos es verdaderamente el problema.
¡Importante!
Algunas categorías de gastos serán comunes a muchas personas, pero otras no, porque tienen que representar la realidad de cada persona o familia, que son muy diferentes.
No te preocupes si las categorías de gastos que crees para ti son muy diferentes a las que ves en mi Instagram o en otros sitios: tu forma de organizarte tiene que ayudarte a ti, tiene que tener sentido para ti.

Ejemplos de categorías de gastos
Suministros
Gas
Electricidad
Basuras
Comunidad
Agua
Teléfono
Internet
Suscripciones
Transporte
Gasolina o diésel
Abono mensual
ITV
Impuesto de circulación
Plaza de aparcamiento
Plaza de aparcamiento
Parkings y estacionamiento en zonas reguladas
Reparaciones
Comida
Compra de alimentos en supermercados y mercados
Comida, cafés o snacks en el trabajo
Desayunos, comidas, meriendas o cenas con familia y amigos
Salud
Seguro médico
Medicinas
Dentista
Fisioterapeuta
Gafas o lentillas
Revisiones y consultas privadas
Gimnasio
Equipamiento deportivo
Belleza
Peluquería
Manicura o pedicura
Maquillaje
Productos de aseo (champú, jabón, gel…)
Productos de cuidado personal (cera, tinte, loción coporal, mascarillas…)
Tratamientos de belleza
Spa
Masajes
Diversión y entretenimiento
Aficiones
Manualidades
Fiestas
Entradas a eventos
Suscripciones
Días familiares/con amigos
Compras
Hijos
Matrículas
Material escolar
Clases extraescolares
Ropa y calzado
Excursiones
Cuidado infantil (pañales, higiene…)
Comedor
Transporte escolar
Paga
Pensión alimenticia
Niñeras
Casa
Decoración
Muebles
Reparaciones
Sustituciones
Mascotas
Alimentación
Servicios veterinarios
Medicinas
Material (correa, cama…)
Higiene (champú, cortes de pelo…)
Seguro para mascotas
Varios
Esta categoría es útil para todos aquellos gastos puntuales que no merecen tener una categoría propia porque son esporádicos, pero que aun así hay que registrar. Eso sí, ten cuidado con hacer de esta categoría un “cajón de sastre” en el que quepa todo. Analízala con frecuencia y si ves que hay gastos recurrentes que podrían tener una categoría propia, créala.
Ejemplos:
Sellos y envíos
Reparación o sustitución de artículos electrónicos





