La llegada de un bebé es una fuente inmensa de alegría para cualquier familia. Pero también es una gran decisión que va a suponer un cambio fundamental en las dinámicas y las finanzas familiares.
Y, si bien el dinero no debería ser una razón determinante para decidir si tener un hijo o no, lo cierto es que una situación económica estable y una buena planificación puede ayudar enormemente al proceso de traer una criatura al mundo.
Por eso, tanto si acabas de tener un bebé como si lo estás esperando o estás pensando en tenerlo, hoy comparto algunas ideas para ayudarte a planificar en esta nueva etapa de tu vida.
1. Mantén una conversación de dinero con tu pareja
Hablar de dinero con la pareja debería ser una actividad habitual, pero mucho más cuando os preparáis para vivir un acontecimiento tan importante como la llegada de un bebé que va a influir en muchos aspectos de vuestras vidas.
Tenéis que tener claro qué pensáis, en qué coincidís y en qué no estáis de acuerdo en temas como los gastos para el bebé, el futuro laboral de la madre o del padre durante los primeros años de vida del bebé (que tendrá un impacto en las rutinas, pero también en los ingresos familiares disponibles) o los cambios en los objetivos financieros familiares.
Conocer la postura de cada uno y llegar a acuerdos razonables para ambas partes es clave para evitar que el dinero sea un problema cuando haya otro tipo de tensiones y dificultades.
2. Crea un fondo de emergencia (o sigue aportando)
Si no tienes un fondo de emergencia, no hay mejor momento que la llegada de un bebé para plantearse tenerlo, porque los imprevistos surgirán con más frecuencia todavía. Y, si ya lo tienes, no estaría mal reevaluarlo y valorar la posibilidad de ampliarlo si crees que se queda corto para las posibles nuevas necesidades de tu familia.
Si es necesario, haz un plan de aportaciones adicionales que encaje con el resto de tus objetivos y el nuevo presupuesto que incluirá los gastos infantiles.
3. Evalúa tus deudas y haz un plan para reducirlas
Si tienes deudas de consumo (tarjetas de crédito o préstamos con un elevado tipo de interés), lo ideal sería crear un plan para saldarlas lo antes posible antes de la llegada del bebé (o incluso si ya ha nacido) porque esto te permitirá tener una situación económica lo más saneada posible y disponer de todo tu dinero para otros gastos.
Es más difícil hacerlo en el caso de una hipoteca (por el alto valor de la deuda) o un préstamo de coche (porque normalmente tienen vinculadas otras prestaciones a lo largo del préstamo), pero valora también la posibilidad de hacer amortizaciones anticipadas si encaja y tiene sentido para tus finanzas.
4. Haz una lista de compras y gastos antes y después del nacimiento
Cuando empiezas a planificar las compras y gastos de un bebé, es normal que la cabeza te dé vueltas: la lista puede ser interminable, todo el mundo te dirá cosas diferentes y es difícil priorizar con tanta información, sobre todo, si eres mamá primeriza. Por eso, te doy unas cuantas ideas para que valores qué gastos necesitarás en función de tus preferencias y prioridades:
- Ropa: bodies, pijamas, gorros, calcetines…
- Sueño: cuna (minicuna, cuna de colecho, cuna convertible en cama…), colchón, protector de colchón, sábanas, saco de dormir, arrullo…
- Higiene y cuidados: cambiador, bañera, pañales, toallitas, crema de pañal, gel/champú, peine, tijeras de uñas, termómetro, vacunas no incluidas en la Seguridad Social…
- Alimentación: sacaleches y bolsitas para lactancia materna, leche en polvo, biberones, escurrebiberones, paños, almohada de lactancia, esterilizador de biberones, trona (más de 6 meses)…
- Maternidad: ropa premamá, sujetadores y ropa de lactancia, crema para pezones, braguitas desechables, compresas, camisones de lactancia, cuidados posparto…
- Transporte: asiento para el coche, portabebés, carro, bolsa de transporte…
- Miscelánea: juguetes, hamaca, caprichos varios (pijama personalizado, marcadores de meses, etc.)
5. Planifica cómo serán tus finanzas después del permiso de maternidad
Además de tener un plan para los primeros meses de vida del bebé, es importante tener una idea clara de cómo serán las finanzas familiares una vez pasados el permiso de paternidad y maternidad. ¿Volveréis los dos al trabajo a jornada completa y llevaréis al bebé a una escuela infantil todo el día? ¿Será una escuela pública o privada, con la diferencia de precio que eso conlleva? ¿Uno de vosotros volverá solo a jornada parcial para llevar al bebé unas horas a la escuela? ¿Contáis con el apoyo en la crianza de algún familiar? ¿Uno de vosotros no se reincorporará inmediatamente al trabajo, al menos durante los primeros años de vida? ¿Cómo será la reincorporación a la vida laboral después? ¿Qué coste/implicaciones económicas tiene cada una de las decisiones: escuela infantil, quedarse en casa, apoyo familiar…?
6. Actualiza tu presupuesto incluyendo los nuevos gastos
Si todavía no ha nacido tu bebé haz un presupuesto de prueba incluyendo los nuevos gastos que tendréis a partir del nacimiento: pañales, ropa, toallitas, etc.
Estima cuánto dinero necesitarías mensualmente y valora qué ajustes tendrías que hacer, por ejemplo, reducir o quitar alguna otra categoría de gasto.
Preparar un presupuesto anticipadamente (o una aproximación que luego ajustes con la situación exacta) te ayudará a saber de antemano qué esperar y evitar las sorpresas en la medida de lo posible.
7. Analiza cómo encajan tus objetivos financieros personales en la nueva situación
Ahora que has incluido los nuevos gastos en el presupuesto, analiza qué dinero disponible tienes y cómo puedes seguir tus trabajando en tus propios objetivos financieros (ahorro para vacaciones, inversión para la jubilación, etc.).
Quizá tengas que hacer reajustes en función de las nuevas prioridades familiares ¡pero no te olvides de ti en el proceso! Tus intereses económicos también son importantes.
8. Valora la posibilidad de ahorrar para su futuro
Además de actualizar tu presupuesto para reflejar la nueva situación y de cuidar de tus objetivos financieros, es muy posible que pienses en el futuro de tu bebé.
Valora cuánto y cómo te gustaría ahorrar para su futuro (una cuenta corriente, un producto de inversión…), y cómo encajan estos planes en tu economía familiar.
Aunque actualmente no puedas ahorrar mucho dinero, no te desanimes: 20 € o 50 € mensuales invertidos a tan largo plazo (18 años) tienen un margen de crecimiento muy grande.
9. Crea un plan para cuidar de tu familia
Nadie tiene hijos poniéndose en lo peor ni es agradable pensar en esto, pero a veces la vida es así de cruel e injusta, y fallece uno de los padres. Y, cuando eso sucede, lo último en lo que se tendría que pensar es en el dinero porque no haya testamento, porque uno de los dos miembros de la pareja no esté al tanto de las finanzas familiares o las cuentas bancarias o porque el fallecimiento de uno deja al otro en una situación económica precaria.
Por eso, habla con tu pareja sobre esta posibilidad y cread un plan conjunto que garantice la seguridad y la estabilidad financiera de la familia en el peor de los casos.
